MoRT; Blut Aus Nord (1996)

marzo 30, 2008 at 4:22 pm (Arte, Contracultura, Literatura, Musica, Poesia)

 

 

 

 

blutausnord_mort2.jpgEn mi búsqueda de discos casi olvidados, he dado con un trozo de locura y oscuridad absoluta. Este MoRT es un descenso a los infiernos, a los infiernos íntimos, a los personales, a lo que todos escondemos por miedo a reconocernos en ellos. Me siento aturdido por cacofonías donde puedo desenmascararme, mareado por melodías sofocantes, repetitivas, caóticas que idolatran todo lo macabro que hay dentro de mí, y de ti, no intentes escapar, no podrás. Como si de un Ashram negro se tratara, puedo meditar entrelazado en sus notas y buscar la esencia de mi propia bestialidad. Ojalá se tratara de un viaje como la del divino florentino, ojalá pudiese mirar hacia fuera, pero no, sé que no, no hasta que baje a los sótanos y contemple mi lienzo monstruoso. Quiero ver toda su belleza. La oscuridad y la luz están por todos lados, al cincuenta por ciento, quedarme con uno es sólo la mitad. ¿Acaso crees que no puedes ser alba y crepúsculo al mismo tiempo? Es bueno tomar el té con los ángeles y el café con los demonios, recuérdalo.

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Vargtimmen

marzo 28, 2008 at 1:45 pm (Poesia)

Como dice Camera Obscura en una de sus canciones, I like the free days with no expectations. Así que me he levantado, tarde, y aprovechando unas briznas de Hiperión, he salido a la terraza. Me he liado un buen porro y he decidido no pensar durante un rato. Pero algo ha llamado mi atención y mi cerebro ha vuelto a funcionar. Bajo las notas del chiflado Scott Walker que se desprenden de mi disco duro, he oído algo. Viene de la calle, son dos preadolescentes discutiendo. Es increíble la cantidad de insultos que se saben, me encanta, por lo menos tienen vocabulario. Al parecer, discuten porque uno de ellos ha utilizado la cabeza en algún asunto. El otro, primero le ha llamado friki, después, ha dejado bien claro que pensar es cosa de acabados y que la gente que vale la pena, no piensa. El otro, avergonzado, ha recurrido a los insultos más barriobajeros para demostrarle que no es un friki. ¡Así me gusta! ¡Pensar es un esfuerzo demasiado grande y no vale la pena, niños! Tengo ganas de que crezcáis, tengo ganas de que seáis unos corderos descerebrados que una mente pensadora y perversa manipule, la mía posiblemente. Me encantará meteros consignas de una sola sílaba en la cabeza, retener más no podréis. Y me reiré cuando os venda algo tan absurdo como la ducha con paraguas. Y me encantará crear un coco al que temeréis tanto que si os lo pido, mataréis. Y cuando me aburra de vosotros, me encantará haceros enemigos y que os suicidéis mutuamente. Sí, maestro Bergman, la hora del lobo ha llegado.

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Extremodernismo

marzo 27, 2008 at 6:18 pm (Poesia)

Tengo la sensación de que crear algo nuevo es ya imposible. Es como si a nuestra especie se le hubiera terminado su capacidad de evolución y estuviéramos en plena decadencia final. Los más, se dedican a copiar, los menos a fusionar. Y sí, creo que la fusión es el único resquicio de creatividad que queda en este planeta. Pero esta fusión no es suficiente. Es demasiado suave, como una caricia. Y en los tiempos que corren, en esta sociedad de pasivos politoxicómanos alelados, no valen las caricias, se necesitan patadas, puñetazos en mitad de las neuronas. Es decir, algo que les despierte de una puta vez, o los mate. Cualquier opción me es valida. Por eso, creo que es necesaria una fusión extrema, brutal, que haga daño, que parezca una locura y que no tenga ninguna lógica aparente. El Extremodernismo exige al artista estar abierto a todo, ir más allá de lo que nadie haya ido jamás. Un artista, debería poder mezclar necrofilia con canciones de La Casa Azul. Así de sencillo. Deben ser obras que aturdan, que tiren por el suelo todas las creencias y organizaciones sociales del receptor, que le coloquen en una situación de nihilismo que le hagan, al fin, volver a utilizar el cerebro. Por poner un ejemplo estúpido. Imaginemos una pescadería de barrio, donde un día junto al pescado, se comienza a vender productos de bricolaje. Al principio, el cliente renegaría, después, se sentiría incomodo, después, intentaría poner orden en su cabeza, y finalmente su comportamiento cambiaría: cuando fuera a por pescado, pensaría en si tiene pendiente o no una chapuza en su casa. Un nuevo estado mental, provocado por un gran choque de realidades. Vivimos en el siglo del no pensamiento, y los que pueden hacer algo, no, no son, los follacruces, ni los enculamonedas, ni los mamavotos, no, y mucho menos los medios de in-comunicación, sodomitas de los primeros. El futuro del pensamiento, está en los artistas.

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Vida en Poesía

marzo 24, 2008 at 9:45 pm (General)

Bienvenidos al rincón del último poeta.

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